EL QUINTO MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS ES: NO MATARÁS 1/3
Es un pecado grave contra este mandamiento el aborto . Se llama aborto la interrupción del embarazo cuando el feto todavía no puede sobrevivir fuera del seno materno. Puede ser interesante mi vídeo «El aborto: asesinato de inocentes».
El provocarlo directamente es un homicidio, porque el feto es un nuevo individuo plenamente capaz para lograr su desarrollo completo. La vida de una persona comienza con la concepción, por eso el aborto provocado es un crimen. El Concilio Vaticano II lo llama: «crimen abominable»(726).
Es un asesinato de lo más cruel y cobarde , pues el asesinado es un ser inocente e indefenso que no puede huir, ni siquiera gritar para protestar de la injusticia que se comete con él.
Las generaciones del futuro no comprenderán que en nuestro tiempo se permita a las madres que maten a sus hijos. Nos llamarán generación asesina .
Los abortistas se molestan si se les llama asesinos; pero, qué otro nombre podemos dar a los que han condenado a muerte a cuarenta millones de seres inocentes? Y añaden: La Iglesia es cruel, porque a los que cargan con el trauma de haber abortado, les añade el trauma de la excomunión .
Este razonamiento es absurdo. Sería como querer quitar la policía para no preocupar a los terroristas. Defender a los abortistas es como defender a los terroristas que matan, y despreocuparse de las víctimas. Permitir el aborto para evitar el peligro de las mujeres que abortan clandestinamente es lo mismo que permitir los asesinatos para no poner en peligro la vida de los asesinos.
El Dr. Jerónimo Lejeune , uno de los más brillantes investigadores franceses, Catedrático de Genética en la Universidad de la Sorbona de París, y Director del Centro Nacional de Investigación Científica, que cuenta en su haber profesional con los más importantes premios científicos , y es miembro de las Academias de Ciencia de Suecia, Inglaterra y Estados Unidos, dice: «Esta primera célula, resultado de la concepción, es ya un ser humano»(727).
Tiene los 46 cromosomas propios de la especie humana. En otra ocasión dijo: «Aceptar que después de la concepción un nuevo ser humano ha empezado a existir, no es ya cuestión de gusto o de opinión, sino una evidencia experimental»(728).
Sigue diciendo el Dr. Lejeune : Si el embrión no es desde el primer momento un miembro de nuestra especie, no llegaría a serlo nunca.
Decir que no es un hombre, es lo mismo que decían los nazis: "un prisionero no es un hombre" .
Lo mismo se decía en una de las conclusiones de la Conferencia Internacional sobre el Aborto, celebrada en Washington donde participaron expertos en varios campos de la Medicina .
Pero además el aborto es ilícito incluso en el caso de duda. Si me dan un paquete para que lo tire al mar diciéndome que es un gato muerto, pero yo sospecho que es un niño vivo, no puedo tirarlo al mar, antes de salir de la duda. Y si lo hago sin estar seguro de que no es un niño vivo, y resulta que lo es, soy responsable de un homicidio. Pues bien, en Teología se dice que hay un nuevo ser humano desde el primer momento de la concepción. Y los médicos confirman esta afirmación. El zigoto es vida humana desde el principio, aunque no es vida humana individual hasta el momento en que el blastocito se diferencia y se consolida en uno o más embriones , ha dicho Federico Mayor Zaragoza , Director del Centro de Biología Molecular.
«Desde el comienzo del proceso embrionario nos encontramos con una individualidad genética distinta y diferenciada de la de los padres»(729).
El código genético contiene las características humanas e individuales del nuevo ser. Todo lo que cada individuo humano posee de único, singular e irrepetible a lo largo de toda su historia, está ya presente en su código genético. La persona humana está en el embrión con todas sus potencialidades, que se irán desarrollando a lo largo de su existencia .
En 1976 el Dr. D. José Botella , Presidente de la Real Academia de Medicina y Catedrático de Ginecología en la Universidad Complutense de Madrid, en un artículo titulado «El derecho a nacer», publicado en el diario YA , dice que la individualidad humana depende del código genético, y este código genético queda constituido en el momento de la concepción, siendo propio del nuevo ser, distinto de los códigos paterno y materno. Es decir, que el nuevo ser es un individuo desde el momento de la concepción, y por lo tanto está amparado por los derechos humanos. Eliminarlo es eliminar a un hombre: un homicidio. Un hombre, que además del derecho que tiene a la vida, lleva en sí el derecho a vivir de toda una cadena de otros posibles seres humanos en el futuro, entre los que puede haber genios, artistas, sabios y santos.
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