EL QUINTO MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS ES: NO MATARÁS 2/3

Stephen W. Hawking el Einstein de nuestros días, a quien todos pudimos ver en televisión, paralítico en una silla de ruedas, teniendo que hablar por medio de un sintetizador sonoro, no hubiera nacido, si en 1942, algún listo abortista hubiera descubierto en los cromosomas de su embrión que iba a ser inválido .
El 15 de febrero de 1979 el periódico YA , publicó un documento del Colegio Oficial de Médicos, donde dice que: «Desde el punto de vista científico la vida comienza en el momento de la concepción»(730).
El Dr. José Antonio Abrisqueta, Jefe de la Unidad de Genética Humana del Centro de Investigaciones Biológicas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, afirma: «Ningún científico dudaría en afirmar que la vida humana empieza en el momento de la concepción .
La biología contemporánea impone que el embrión humano es un individuo estrictamente determinado, con un potencial genético propio, desde el instante de la concepción».
«Ningún biólogo duda hoy en día que en el momento mismo de la reunión de los gametos, se ha engendrado ya no sólo una vida nueva e independiente, sino además una individualidad inédita»(731).
El profesor Herranz Catedrático de Histología y Embriología General de la Universidad de Navarra, ha dicho: «El embrión humano es un ser humano, tiene vida humana. Su DNA es el mismo que tendrá toda su vida»(732).
A su vez, el Dr. Severo Ochoa , Premio Nobel de Medicina de 1959, afirma que el hombre es lo que su clave genética determina. Y esta clase genética se establece desde el momento que se constituye el huevo (zigoto). Desde este momento este nuevo ser tiene sus derechos personales.
Jamás un anatómico o un fisiólogo considerará el feto como parte integrante de la madre, como puede serlo el apéndice o una verruga que se pueden extirpar a voluntad. La vida del feto no es la de la madre, sino la suya propia, y tiene derecho a que se respete como se debe respetar la vida de un adulto(733).
Las mujeres abortistas dicen que ellas hacen de su cuerpo lo que quieren; pero el feto no es una verruga. Es un ser humano.
Julián Marías , de la Real Academia Española, en un artículo del ABC , dice cosas muy acertadas: «Eso de que el feto es parte del cuerpo de la madre es una insigne falsedad, porque no es parte, está "alojado" en ella, "implantado" en ella. Una mujer no dice "voy a tener un tumor", sino "voy a tener un hijo"... A veces se usa una expresión de refinada hipocresía para denominar el aborto provocado: Se dice que es la "interrupción del embarazo". Como si al ahorcar se le llamara 3interrupción de la respiración2...» Esa nueva vida que se ha formado en el vientre de una madre, no le pertenece a ella, pertenece a la especie humana, pertenece a Dios .
Dios ha dispuesto que los primeros días del ser humano se desarrollen dentro del seno de la madre para proteger su vida. Esto para algunos seres, en lugar de ser una defensa resulta un riesgo, pues madres que no se atreverían a asesinar a su hijo de dos años, se atreven a hacerlo si sólo lleva pocos meses en su seno. Estas madres traicionan la misión que Dios les ha confiado. Esto no lo hacen ni las fieras.
Todos los animales defienden a sus crías. El que en algunas naciones el aborto no esté penalizado por la ley, no lo convierte en moral. Las normas morales absolutas son independientes de la voluntad de los hombres. La ley de Dios prohíbe el aborto, y ninguna ley hecha por el hombre puede hacer lícita la muerte de un inocente. La ley universal de Dios obliga también a los no creyentes. El no matar, el no robar, el no fornicar, el no calumniar, etc. es para todo el mundo, y no sólo para los creyentes. Aunque en una nación se legislara lícita la calumnia, no por eso la calumnia dejaría de ser una injusticia.
Nadie pude autorizar la muerte de un inocente, sea embrión, feto, enfermo o anciano, sin cometer, por ello un crimen de extrema gravedad .
Biológicamente no hay diferencia entre matar un embrión humano de veinticuatro horas o un niño de veinticuatro meses .
El Papa Juan Pablo II , dijo en Madrid el 2 de noviembre de 1982: Nunca se puede legitimar condenar a muerte a un inocente .
La Comisión Permanente del Episcopado Español, dijo el 5 de febrero de 1983: La despenalización del aborto nos parece gravemente injusta y del todo inaceptable. Ningún católico podrá en conciencia colaborar en la realización del aborto... Lo que hoy se llama interrupción voluntaria del embarazo, no podrá escapar a la calificación moral de homicidio .
Querer despenalizar el aborto criminal porque son muchas las mujeres que lo practican, es una aberración. En ese caso, habría que permitir los robos y los atracos cuando son frecuentes. La despenalización del aborto criminal para contentar las voces que lo reclaman, no convierte el aborto en bueno. Las cosas o se hacen buenas por ser frecuentes. En ese caso, el egoísmo, tan frecuente, sería bueno; y el heroísmo, tan excepcional, sería malo.
La despenalización del aborto lleva a que se realicen monstruosidades, como cubos de basura llenos de fetos humanos, o aquel ginecólogo que alimentaba a su perro con lo fetos que obtenía de los abortos que practicaba a las mujeres que acudían a su clínica.
Eso de que despenalizando el aborto se evitarían los abortos clandestinos es una utopía. En los países abortistas no han descendido los abortos clandestinos .
El órgano de la Asociación de Médicos de Munich, la Münchener Artzliche Anzeigen , ha demostrado en un informe, que en 1978 sólo se registraron 73.548 abortos de los 180.000 allí realizados.
A los dos años de despenalizarse el aborto en Francia, según el informe del Ministerio de Sanidad francés, sólo se registraron 45.000 abortos de los cientos de miles realizados, según fuentes del mismo ministerio .
El 23 de abril de 1978, el episcopado francés publica un documento contra el aborto, declarando que en cinco años de ley permisiva, el número de abortos ha aumentado, y que la ley abortista no ha servido para resolver las situaciones difíciles que trataba de arreglar .
En Francia, donde los anticonceptivos están al alcance de cualquiera, el 57% de las solteras llegan al matrimonio con dos o tres abortos .
En Estados Unidos donde también es muy fácil el uso de anticonceptivos, el número de abortos sigue creciendo: alrededor de un millón en 1973; en 1981 ha llegado a 1.500.000 abortos anuales .
Desde que hay ley abortista en Estados Unidos se han realizado 15 millones de abortos autorizados . En Inglaterra hubo 543 abortos de menores de 16 años en la primera mitad de 1970 .
Por otra parte, la despenalización del aborto para evitar los peligros de los abortos clandestinos realizados por inexpertos, trae peores consecuencias; se crea una conciencia colectiva de que no puede ser malo moralmente lo que está autorizado, y se aumenta enormemente el número de abortos. En Rumanía, después de despenalizarse el aborto en 1965, abortaron el 25% de las mujeres fértiles, hasta el punto de realizarse cuatro abortos por cada nacimiento. Esto hizo que el gobierno socialista de Rumanía revisase la legislación abortiva(734).
Estos asesinatos de seres humanos inocentes se ha generalizado en nuestra sociedad de un modo aterrador. Según el informe del fiscal del Tribunal Supremo sobre la delincuencia, en España se dan al año trescientos mil abortos provocados . En Estados Unidos se realizan al año más de un millón de abortos provocados . Según la Organización Mundial de la Salud, en el mundo se realizan al año cincuenta millones de abortos: cincuenta millones de asesinatos autorizados! .
Es una hipocresía defender como política de partido las libertades democráticas de la persona humana, y luego defender el aborto, privando del derecho a la vida a una persona inocente, aprovechándose que no puede defenderse, ni siquiera protestar. Los defensores del aborto criminal piensan mucho en los inconvenientes que tiene para la madre un hijo no deseado, pero no piensan en los derechos que ese hijo tienen a seguir viviendo.
En 1996 se bautizó en la Iglesia Católica el Dr. Bernard Nathanson , conocido en otro tiempo como el rey de aborto , pues desde 1945 había cometido 75.000 abortos. Fue Director de la mayor clínica abortista de Estados Unidos. En los años 80 se convenció de que el feto era un ser humano, y se volvió antiabortista. Es autor del libro Abortando en América y de la película «El Grito Silencioso». La gente del Movimiento Pro-Vida le hicieron cuestionarse el ateísmo que había mamado desde pequeño. Dice: Comencé a considerar en serio la idea de Dios. Descubrí el Dios del Nuevo Testamento en quien yo podía encontrar el perdón que durante tanto tiempo busqué desesperadamente.
Convencido de que Dios me perdonaría los crímenes que había cometido.
Eso me resultó sumamente consolador para mi espíritu afligido .
Es inconcebible que los mismos que quitan la pena de muerte para asesinos, que son un peligro para la sociedad, condenen a muerte a seres inocentes en el seno de su madre. Qué podemos esperar de una sociedad que permite asesinar a niños no nacidos, por egoísmo de los mayores? Qué valores van a respetar los que no respetan el derecho a vivir de sus hijos inocentes?

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