Conferencia pronunciada por D. Antonio Sellas Dorca, Licenciado en Ciencias (Biología) 5/6
3º. CONSIDERACIONES ACERCA DE LA CLONACIÓN CON FINES TERAPÉUTICOS.
Creo que ha quedado bastante claro que la finalidad de esta técnica es clonar, copiar las células madre o troncales embrionarias que originarán distintos tejidos de interés terapéutico: nerviosas para la cura de enfermedades neurológicas, sanguíneas para la curación de leucemias, pancreáticas para la curación de diabetes, de la piel para la cura de quemaduras o cáncer de piel, etc. La preferencia de estas células embrionarias frente al empleo de otras células u otras técnicas que no sean destructivas para el embrión, es decir abortivas, radica en el propio hecho de la aceptación tácita del aborto como una realidad social inevitable, e incluso deseable. Radica en la pérdida total del respeto por la vida humana no útil, en el desprecio de Dios y de su creación: el hombre. No es de extrañar, pues, que sean tan coincidentes en el tiempo las corrientes abortistas, eutanásicas y clonadoras. Son distintos aspectos de un mismo tema. El hombre se ha querido hacer Dios y Dios, no sólo ya no es necesario, sinó que ya no existe. Y, como decía Dostoyevski "si Dios no existe, todo está permitido".
Pero es que, además y hasta ahora, los resultados obtenidos con células madre embrionarias no responden a las expectativas suscitadas. Apenas hay publicaciones de las curaciones "milagrosas" que se nos prometían. Ya los precedentes de estas técnicas, como son el uso de tejidos fetales obtenidos a partir de fetos abortados vivos, como denuncia el Dr. Nathanson en su libro La mano de Dios, fueron un rotundo fracaso. Era muy frecuente que tras la introducción en el organismo del enfermo de las células fetales, éstas produjeran una reacción inmunológica de rechazo al tejido extraño que se había introducido en ese cuerpo, o que esas células embrionarias acabaran convirtiéndose en un tumor cancerígeno o en una malformación llamada teratoma.
Existe una alternativa viable y contrastada, con resultados positivos, de remisiones o curaciones completas de ciertas enfermedades degenerativas. Se trata del uso de células madre adultas, aquellas células que se encuentran en los tejidos de una persona adulta y que todavía conservan cierta capacidad embrionaria: la de dividirse y originar otros tejidos diferentes a aquél del que han sido extraídas. Además de que no comporta la destrucción de embriones, el uso de células madre adultas es una técnica más sencilla, barata y con mejores resultados. Y no existe el riesgo de rechazo como sucede en las células embrionarias, pues se trata de células extraídas del mismo paciente que va a ser tratado con ellas.
En 1998 los doctores estadounidenses James Thompson y John Gearhart desarrollaron por primera vez técnicas para identificar, aislar y mantener durante largo tiempo cultivos de células madre o troncales que se encuentran en todos los tejidos del organismo humano como células indiferenciadas, y que son las progenitoras de las cerca de doscientas clases de células distintas -nerviosas, musculares, sanguíneas, etc.- que contiene nuestro organismo. El interés científico y el potencial terapéutico futuro que se adivina son incalculables. El pasado dia 19 se reunieron en el Hospital La Paz de Madrid varios equipos de científicos y médicos que trabajan en esta línea de investigación para poner en común los resultados de sus trabajos. Los resultados hablan por sí mismos. El equipo del Hospital La Paz, coordinado por el Dr. Damián García Olmo ha curado por primera vez en el mundo, fístulas en dos pacientes con enfermedad de Crohn y los equipos de la Clínica Universitaria de Navarra y el Hospital Universitario de Valladolid han regenerado tejido cardíaco tras un infarto agudo de miocardio. Las células madre se obtuvieron de los propios pacientes a partir de tejido adiposo subcutáneo (la grasa que tenemos debajo de la piel) en el equipo de Madrid, o de tejido muscular o de médula ósea en los equipos de Navarra y Valladolid. Las investigaciones continúan y auguran mejores resultados. ¿Por qué, pues, ese empeño en continuar la investigación sobre embriones? Verdaderamente, Satanás anda en la ciudad.
4º. CONSIDERACIONES SOBRE CLONACIÓN REPRODUCTIVA.
Desde que en 1997 se obtuvo, por clonación de un animal adulto, el primer mamífero clónico, inmediatamente se planteó la posibilidad de clonar también seres humanos. Pero ¿con que oscuros fines? La verdad es que los mismos que clonaron a Dolly se niegan a esa posibilidad, pues como afirma el "padre" de Dolly, el Dr. Ian Wilnut de Edimburgo (Escocia) "es criminalmente irresponsable la pretensión de clonar seres humanos". Además, los resultados no son muy alentadores: Dolly envejecía a un ritmo tres veces superior al normal en las demás ovejas de su misma raza, y ya ha muerto por complicaciones respiratorias. Otros animales clonados posteriormente han desarrollado tumores cancerígenos y teratomas.
¿Qué pretensión de exaltación del ego humano puede llevar a un ser humano a obtener una copia de sí mismo? ¿Qué deformación del amor paterno puede impulsar a unos padres a pedir la clonación de su único hijo, ya muerto? ¿Acaso se pretende obtener individuos de raza inferior para dedicarlos a las tareas más penosas, para nutrir las filas de ejércitos de superhombres, o crear "granjas" de humanos para el suministro de sangre u órganos para los transplantes tras modificarlos genéticamente para suprimir o minimizar los problemas del rechazo? No son estas horripilantes posibilidades una mera utopía. En la documentación consultada para explicarles este tema, varios autores hablan de estos supuestos como posibilidades futuribles y no como argumentos de una novela de ciencia-ficción. ¿Tendrían alma estos seres "humanos"? ¿Serían personas humanas o quizás una nueva especie de animales humanos? Pero dilucidar esto, está completamente por encima de mis capacidades. Lo dejo para que lo resuelvan los teólogos de la Iglesia.
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